Jesús es Dios hecho carne. Es decir que si bien Jesús era un ser humano como cualquiera de nosotros con tentaciones, dolor, tristezas, sufrimientos y demás emociones y sentimientos que pueda llegar a tener una persona, a su vez aún conservaba su naturaleza divina, lo que le permitia realizar prodigios y milagros como dar vista a los ciegos, hacer revivir a los muertos (como Lázaro), calmar tempestades o multiplicar alimentos. Estas proezas nos han llegado relatadas dentro de las diferentes visiones de los evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Visiones que no se contradicen, sino que mas bien se complementan mostrando diferentes aspectos de Cristo como Dios y como Hombre.
Su mensaje de amor, compasión, liberación y perdón dirigido
principalmente a los oprimidos, los olvidados y aún los marginales despreciados
transgredieron los valores del Mundo Antiguo imponiendo una nueva mentalidad
de amor práctico que luego se vería perpetuada por sus seguidores,
los que pronto fueron llamados entre los paganos antiguos como Cristianos "los
pequeños Cristos" a modo de insulto.
Su impacto no solo cambió el pensamiento religioso para siempre sino tambien muchos otros aspectos de la sociedad. Dándole un nuevo valor y relevancia a la familia y a la mujer. Asimismo proponiendo que delante de Dios somos todos iguales y nos encontramos en igualdad de condiciones, sin importar riqueza, inteligencia o talento. Lo que importa es nuestra voluntad y decision de obedecer aquello que Dios nos pide, que nos amemos los unos a los otros. Sin esperar nada a cambio.
Su figura removió las conciencias de entonces como lo sigue haciendo hoy.
Jesus, la persona más influyente en toda la historia de la humanidad. Para algunos es sólo una gran casualidad, pero cuesta, aún para aquellos que son ateos o escépticos, negar lo poderoso de su influencia y la permanencia de sus enseñanzas y preceptos.
Pero no es sólo por lo que representa dentro de una cultura que Jesucristo es importante: El es el camino que nos marca la senda que debemos seguir para llegar a Dios (Dios el Padre). Para ello debemos considerar varios puntos fundamentales y necesarios para comprender la misión de Jesús en la Tierra.
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De modo que ¿Cuál es el sentido de la muerte injusta y cruel de Cristo en una cruz? Simplemente el hecho de que su amor es tan grande que estuvo dispuesto a enfrentar tanto la tentacion como los sufrimientos de la naturaleza humana. Tomando luego nuestro lugar en una cruz para abrirnos las puertas del cielo por medio de su muerte.
Al acercarnos a Cristo somos hechos limpios, por medio de su sangre, de todo
pecado, ya no cargamos con las culpas de nuestros errores y sólo nos
queda el obedecer y proceder al arrepentimiento -lo que implica un cambio de
mente, de sentimientos y de forma de vida- el cual sólo se puede lograr
entregando la totalidad de los aspectos de la vida a Jesús.
Jesús es el Cristo, el Salvador, el Mesías. Su nombre mismo encierra la clave de lo que el significa para la persona que esté dispuesto a vivir de una manera real y plena de acuerdo a sus preceptos.
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